Medellín, alegría innumerable
Habitamos una ciudad mágica, toda ella llena de misterios que a menudo se disfrazan y se esconden en los lugares más insospechados, entre la gente y lo cotidiano, entre el cielo y las palabras que van rondando en ese aire espeso que te sumerge en un espacio donde son posibles mil y una realidades, cada una más sorprendente que la anterior. Pero es ese mismo ocultismo el que no permite que la magia, es decir la alegría, se esparza sobre todas las personas; se debe tener decisión para ir en su búsqueda, un ímpetu despavorido que anhele sinceramente hallar en lo simple las más secretas verdades. No es fácil soportar el calor, ni el cansancio, a veces tampoco es sencillo pensar en la mera idea de buscar. Pero si nos paramos un rato a pensar, a cuestionar esas lagunas que en ocasiones no nos dejan avanzar, se puede entrever un poco del camino a seguir, de ese sendero maravilloso que nos plantea la plena seguridad de sentirnos capaces. Aquí va un video que hice recorriendo los rincones ...